Eco del alma

VIVIR DONDE LA SOLEDAD ES MI AMADA

Como me gustaría escudriñar las montañas

Y apartarme del modernismo de la ciudad

Dejar lo que daña el alma, el proceder del ser humano

Vivir donde la soledad sea mi amada

Que aunque ciento que pasan por mi lado, voces, y mucho bullicio

Pero son sonidos que llegan al oído, que no llenan mi alma

Donde no existe el cariño, que me brinda la soledad amiga

La montaña, la llanura o el cordón cordillerano

No te descrina como el humano

En donde habitan las aves libres adornan el cielo con su vuelo

Interrumpen el silencio con su trinar y el viento,

Hace a las copas de los arboles bailar

 

Que hermoso cuando la naturaleza lo acompaña

La que no te crítica y a su manera te ama

Con los recursos que tiene te alimenta tu cuerpo y también el alma

No sabe hacer desprecio, ni tampoco de razas

Ama al humano que no le hace daño, como los que visten de terno y corbata

Los que nunca han ensuciado con polvo la suela de sus zapatos

Como el que tiene un gran carro de una marca prestigiosa

Más la tierra esa que está en la falda de un cerró

Te abre los brazos, para darle paz a tu alma

 

Quizás el mundo o lo que me conocen, me tratan de loco

Pero la flora me dice que estoy cuerdo y me hacen reverencia cuando paso

Recogiendo leña, paso a paso, para calentar mi cuerpo, dentro de mí rancho

De vez en cuando salgo de caza, para alimentarme

Y también me permite criar, sin decir nada

Sé que mi cuerpo con el tiempo se va secando, se arruga la piel

Y asoman las canas, en este lugar, te respeta el sol, el aire, también la montaña

Porque blanca tu cabeza es la virtud de un anciano

Que en su mente guarda recuerdo y anécdotas pasadas

Unas gratas y otras amargas, pero cuando caen las lagrimas

Las consuela el sonido de las hojas de los arboles

Y los pajaritos cuando cantan

Las que me cuidan que el sol no me envejezca tan rápido

En medio de los recuerdo también hay amores pasados

Como algunos fracasados y otros que solo quedaron en el alma

A veces pasan forasteros que preguntan, por qué tan alejado

Porque el ser humano ha dañado mi alma

Más lo que me rodea, que no es de clase alta

Oh un piojo resucitado que humilla con la mirada

No tengo adelanto las estrellas son mis lámparas

Y la luna la luz de la plaza

 

La que ilumina mi alma y el consuelo cuando caen las lagrimas

No es una selva del vivir cotidiano, como la ciudad

Que no perdona nada, ni un amor equivocado

Presta a criticar los errores ajenos y nunca la escoria que hay en su alma

Gracias por escuchar la voz de mi alma, del que ya es parte de mi soledad

Sin subir a la montaña ni tiene un rancho en un cerró escarpado

Llenos de montes y un coro de pájaros y aves

Que alegran el alma y la vida no se apaga

Como el amor en la fuente del alma

Y en la pasión del corazón, cuando es amado

 

 

Autor eco del alma

Derechos reservados

Antofagasta, 20, 03, 2016.