Araceli Vellber

Poema XXXI

No voy a tener más suerte

que aquella que encuentre en tus manos

ni más abrazos que aquellos

que sean capaces de darme tus labios

y siempre existirá un tiempo de calma

y otro de batalla

y ya depende que prefieres utilizar como arma,

dejaremos en la almohada las cosas olvidadas,

descontaremos los domingos aburridos

y aquellos que no tenemos ganas,

siempre los domingos están mal puestos en los calendarios

y siempre nos quedaran los hombros para apoyar las miradas

y las miradas tendrán tu olor a nostalgia

y vuelvo a verte y pienso que no soy nada

y tú, eres la llave que abre la puerta de mi alma

y siempre hay sueños,

el próximo sueño será contigo aunque tú, no digas nada

y si no puedo volar,

te esperaré en el suelo

y si no queda suelo, te esperaré en la Mar.