Raiza N. Jiménez E.

MI SOMBRA

¿Soñarte, cómo soñarte?

Eso  ya no es posible.

Sólo pienso, pienso en ti,

ya no duermo, solo pienso.

 

Mi eterna vigilia  tiene

un fin y  no termina nunca.

 

¡Esa,  eres tú!

 

No quiero dormir,

quiero estar despierta,

quiero verte llegar al

umbral de mis pensamientos.

Necesito encontrarte, darte

la forma, mi forma.

 

Sé que te resistes, pero cómo

huir de quién te ha creado

para su deleite y eterno vivir.

¡No. no puedes, ni lo quieras!

Será  un fallido intento.

 

Cuando apareces en mi mente

escucho tus pasos y son los míos,

puedo verte,  tocarte, besarte y

tenerte para mí plenamente.

Y ya no puedes irte porque

estoy allí, presa en ti y en mí.

 

Eres mío, de mi hechura, de mi imagen.

Eres tan real que no quiero

ni siquiera perturbarme en el

sueño de soñarte.

 

Tan sólo te diré que eres

mi  más  dibujada sombra.

La sombra que escogí

para tenerte junto a mí,

indisoluble, imperturbable

y absoluta, toda yo.

 

¡Eres mi mejor sombra,

la única que asombra!