Alejandra

Sencillo, no es un poema.

Entonces amanecí
sintiendo tan profunda tristeza
que mis pasos pintaban de gris el suelo,
mis manos se iban con el viento como queriendo escapar,
y mi sombra; mi sombra no estaba.

¿Por qué era gris mi vida?
¿Por qué elegir pintarla de un color tan sombrío,
tan silencioso y monótono?

Es elección;
no lo es.

Los días comienzan a volverse mas profundos y vacíos,
¿Desde cuando dejamos que la tristeza nos domine?
Desde que decidimos ser cobardes, inseguros, temerosos,
y comenzamos a hacer más por pasar desapercibidos
porque en nuestra perspectiva da igual si estamos o no.

 

Entonces mi sombra regresara a mi,
en el instante que el gris desaparezca, 
y mis manos volverán junto al viento.