franklin blanco

Arco iris de primavera.

El dulce olor del mastranto

que perfuma las espigas,

va cubriendo con su manto

los nardos y las ortigas,

y de mi pena sin llanto

tan solo, quedan las migas.

 

Mis labios rozan su boca

mojada por el rocío,

y echa a correr como loca

por el paraje sombrío,

luego acaricio sus manos

en la hondonada del río.

 

Cuando el carmín de la tarde

ilumina tu sonrisa,

alzan el vuelo cobarde

las gacelas de tu risa,

y  me piden que te guarde

el aroma, de la brisa.

 

Ahora llega callada

la noche oscura y plomiza,

de mil amores aliada

bajo la luna cobriza,

que hace cruzar las miradas

cuando el amor, nos hechiza.

 

 Y al renacer la mañana

sopla el viento sobre la era,

el musgo de tersa pana

se esparce por la pradera,

y cuelga de mi ventana

su arco iris, la primavera.

 

 

Franklin Joel Blanco Aparicio.

Villa de Todos los Santos de Calabozo.

Venezuela