benchy43

LA AROMADA AGONÍA DE LA ROSA

 

Desvanecen los días en su país de sombras

y  cielo indiferente.  

 

Ausentes

están las risas de muchachas

con blusas apretadas

que aspiraban su perfume

en los brillos azules del rocío.

 

Ya no viene la abeja

con sus vuelos zumbadores

a  libar entre paredes de luz y terciopelo.

 

Ya no pasa por allí el inquieto picaflor

ni  le canta el zorzal desde los pinos.

 

Todo es  un silencio congelado

de mínimos latidos

y  melancólicos estandartes blanquecinos.

 

Y allí está ella, la rosa moribunda,

aferrada a su destino,

sabedora de haber sido,

simplemente,

jovial y aromada flor de un tiempo.

 

¿Acaso no se parece todo

al gradual  ocaso del poeta?

 

Huirán de sus avejentadas manos

los  versos arrugados

por el tangible camino hacia la nada.

 

Como la rosa que aún marchita da perfume

su amada poesía soltará los pétalos postreros

con esencia sutil de primavera.

 

Sin embargo, sus poemas

vivirán entre las hojas de un cuaderno

de cubiertas escarlata,

al igual que la fragancia de aquella inerte rosa.  

 

Un cuaderno de fantástico linaje y secretos juveniles

donde moran

los cuentos, las hadas y los duendes

hurtados a  la magia de algún bosque.

 

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.