Santiago Miranda

Invierno

Somos
Nuestras costras que arrancamos
mientras caminamos
nuestra
piel pegada, dura y muerta
serémos
las etapas que mudamos
recuperando tal vereda vez primera
la verdadera primavera

 

Un magistral reencuentro
raspárnos los recuerdos
que atormentan a los nuevos
con limón, menta y agua hervida  
un té en invierno era lo que quería
para tí


Es que eres, de aquellas amantes esquivas
y yo oscuro espía de la monotonía
nuestra suerte ha estado ida
se ha quedado..
varada en las esquinas
oculta sobre las cortinas
el azar se ha estancado
tras esta loza vacía
los cubiertos remojados
en lágrimas de lluvia
en la niebla y la ventisca
afuera de nuestras ventanas
o de noche o de día
dormitado ya lo hallo..
el azar se ha estancado

 

Para los desafortunados
el invierno retorna, siempre
más helado que el acordado 
sin refugio inherente
no hay hostal que los frecuente
por no aprovisionarse de cálidos momentos
ni el ojo de Baudelaire, los monumentos
gaviotas de claros ensueños
ni un amor que no haya sido
un buitre desgarrador o un gusano
desgarrado

Te lo ruego:

Encúbreme del largo lapsus 
Protégeme del frío invierno
Resucítame de la muerte entre los muertos
O
Sepúltame de besos
Si después aún te quedan labios
Te lo ruego.
El amor es un milagro
Siempre y cuando
Sea amor del que yo hablo

Eso ya lo hemos escuchado, antes se ha leído
vibrando suspendido, ciego corazón al que te hablo
Atractiva e impostora, falsa acusadora
aún sigues apuntando, mi cuerpo que va colgado
de fracturas y fisuras, entretejido por historias y destierro

 

El amor siempre me seguirá pareciendo
un verdadero milagro, el extraño necesario
así el implacable ejecutor de nuestro amor
 es el invierno que ha arribado.