benchy43

SUEÑO PROHIBIDO (soneto)

 

 

Ahora que ya llega la mañana

y se ha quedado en mí tu tibio aliento,

bendigo el dulce sueño y el momento

en que mi patria fue tu piel lozana.

 

Fue el tiempo del deseo y la manzana

mordida pese al cruel remordimiento,

los pulsos azotando cual tormento

y en los ojos destellos de campana.

 

Fue la noche en que te sentí tan mía

que dejando de lado la utopía

fuimos leños ardientes de una hoguera.

 

He surcado tu cuerpo, lo he bebido,

y en la tersura de un sueño prohibido,

fui tu amante de la mejor manera.

 

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.