Prende cocuyo tu lumbre
sobre la tierra llanera,
para que el viento te encumbre
adónde vive la higuera,
que está plantada en la cumbre
al lado de una palmera.
Olvida el pasado triste
candil de las cosas buenas,
mira que el amor consiste
en dar todo, hasta que mueras;
si por amor tú naciste
entonces, ¿De qué te quejas?
Y en el espacio sin tiempo
de la cigarra hechicera,
como vellones de cuento
pasa la rauda quimera,
que entre luceros de plata
sale a contar las estrellas…
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.