Hay días que creo en mi, y otros que no me creo... me quedo callado pensando como exteriorizar lo que siento, y seguido pienso en lo que quiero...
Si miro hacia abajo… me tiembla hasta la tristeza; veo un suelo de tonos grises empedrado, que me impide caminar...
Pero si miro hacia arriba… me tiembla el sentimiento más escondido... pues para bien o para mal, en ese mi cielo hay entes que sólo yo sé… cosas con las que me encuentro en el lindero de éste mi abismar… este instante sagrado… definitivo, y consagrado al abstracto minuto en el que yo mismo habito enfundado en un ropaje mal hecho, que todos alguna vez descosemos e intentamos seguido arreglar, (pues el otro lado mas que otra cosa nos da miedo)...
Piso huellas tan profundas, que se tornan imborrables... ríos de sentimientos... que desbordan sensibilidad… y que paren lágrimas, como si nunca las hubieran concebido...
...Busco como cualquiera, tener el mejor ropaje: ese abrigo de inocencia con un sayo de desnudez que es tapado y recubierto con su candencia…
Mas son las emociones que respiro aliento de carne viva por que de ello me siento vivo.... Anhelo ese atavío porque sé, existen personas que aun no teniendo tacto…
compensan con las personas que te acarician solo con la mirada... y vuelco seguido a pensar en
¡LO QUE QUIERO!… pues cuanto más lejanas son las palabras, más profundos tornan en mi los suspiros…
Y yo quiero sobrevivir a este mundo, quiero cruzar un océano a vela, en un velero rodeado de mares sin un ápice de tierra a la vista y sin posibilidad de poder verla durante días y días a la vez que gobierno el timón de mi destino…
Yo quiero eso… quiero estar rodeado de lo que me hace sentir; detenerme en los campos de mi tierra, y poder emocionarme al vuelo atronador de mil grullas en su migratorio viaje, quiero subir otra vez a Mojón-Albo, y en su manantial refrescar mis labios, e inmediato beber un sorbo, seguido de otro sorbo que colme mi sed; y luego otro… y quiero el calor del día entre una brisa fresca, una jornada más sentir y respirar ese hálito con olor a tomillos y romeros, alcanzar cimas y sentir picar el sol en mi rostro todo el tiempo que pueda; pasear por la Parcela Del Medio otra vez, transitar su serpenteado camino, orillar su río, sentarme en aquella gran piedra en lo alto de La Peña… una noche más de tertulia en compañía de quien en verdad quiero y sinceramente me ama…
Y sobre todo quiero dormir, quiero dormir como lo hacia cuando era niño...
Yo quiero eso… quiero eso una y mil veces más si es posible; por eso no dejo ni dejaré que la vida se lleve lo mejor de mi,
sin intentar por todos los medios;
ALCANZAR Y LLEGAR A COMPONERLO.