Eleazar Santizo

NIÑO

Vives en la montaña lejos de la ciudad.
Caminas descalzo por los áridos y solitarios senderos
horas enteras para llegar a la escuela.
Entretienes tu viaje levantando piedras del camino
y afinas tu puntería lanzándolos a los lados.

Te abriga y te acompaña
una esperanza reveladora de una vida digna.
Habita en ti la esencia humana
y no dejes que la vanidad y egoísmo la corroan.
Ofreces al mundo tu espíritu luchador
y le enseñas la grandiosidad.
En tu miseria has aprendido a compartir.

No eres culpable que tus padres sean prisioneros de la miseria,
a ellos les dejaron ese legado. Pero,
dispuesto estás entre lo difícil y lo incierto,
en tatuar en el tiempo una hazaña diferente.

No maldigas tu situación,
y no frustres tus sueños por lo que hoy te limita
porque te espera un futuro prominente.
Afortunadamente, tus padres,
Entre el ajetreo de sus vidas creen aún en ti.

El dolor y sufrimiento
te preparan para valorar lo mínimo e insignificante,
y con buen sabor disfrutarás de lo grande.
Y que nunca, nunca te avergüences
por dónde has pisado.

No tengas miedo de romper esquemas y paradigmas
que te atan al subdesarrollo,
y no calmes tu necesidad de satisfacción
en la desgracia y el olvido.
Rompe el silencio de la frialdad del amor
Y ama inmensamente.

 

Publicado en:

Antología Poética \"NUESTRA VOZ\" Año  II, 2016/2

Textual Editorial, México.