Eduardo Monroy

I

Sin vasos de agua regados,

Ni las conversaciones adyacentes

Comúnmente a la situación.

 

Sin vidrios rotos

Ni miradas de odio.

No precisé de preámbulos

Ni preparaciones.

No busqué motivos,

Mucho menos razones.

Simplemente lo hice…

Te dije:

¡No te pienso volver a ver nunca…!

Mirando fijamente la silla vacía.