boris gold

INCONQUISTABLE

La ciudad nos presta

su amplio escenario,

una historia nace

y otra que murió,

sobre sus veredas

espejos de vida,

se ven dos amantes

y un amargo...adiós.

 

Un poeta triste

y un bar en tinieblas,

escribe unos versos

pensando tal vez,

cuando se paseaba

del brazo de ella,

un amor de antaño

que lindo...que fue.

 

La calle en penumbra

no sabe que busca,

quizá a una amiga

y su hondo sentir,

el canillita amigo

vocea la sexta,

y la madrugada

que se va...a dormir.

 

Noctámbulas almas

que tragó la noche,

el sol al galope

que toma posesión,

cambian los actores

la ambición avanza,

y un linyera duerme

su sueño...de alcohol.

 

Buenos Aires nos abre

su pecho de hermana,

si voy por sus calles

me regala ilusión,

ella es libre siempre

incita a quererla,

mi nostalgia es un barquito

sobre su río...marrón.

 

A pesar que ella

no se compromete,

tampoco es de nadie

se hace valer,

mi pecho palpita

al son de su encanto,

soy su prisionero

¿me quieres...creer?

 

Boris Gold

(simplemente…un poeta)