Subsistes aun después de todo,
oculta en lo visible y en lo invisible,
respirando aun,
también musitando,
de vez en cuando suspiras.
Te has quedado y no lo puedo evitar,
oculta, oculta entre mis brazos,
oculta, oculta entre mis labios,
oculta hasta mi sangre.
Por qué me levanto en las noches buscando tus besos,
es que todavía siento tus labios desgastarse con los míos,
y tu cálida lengua húmeda y tersa,
promoviendo caricias a eternos bríos.
Tus manos aun recorren mi cuerpo,
mis manos no encuentran el tuyo,
solo recuerdan…
te quedaste… recuerdos.
Y esa mirada y esa sonrisa,
dime, cuándo te las regreso,
por qué me las traje conmigo…
recuerdos.
Mi corazón escuchaba
como se acercaba tu oído,
y buscaba detenerse
para comprenderte mejor
sin hacer ruido.
Te has quedado oculta,
te has quedado recuerdos,
oculta estarás siempre,
oculta en mis recuerdos.
Oculta como las estrellas en el día,
oculta como la tierra en el fondo del mar,
oculta como la ambrosía en tus labios, niña,
oculta como todo lo que tenemos que ocultar,
oculta como el rocío de la mañana bajo los pétalos de la rosa,
oculta como tu naturaleza de agraciada diosa,
oculta como la sonrisa en el alma cuando reímos,
oculta como todo lo oculto en este mundo… en el que no existimos.