Anacleto

Los labios de mi amada

Los labios de mi amada saben a libertad.

Sus brazos tienen el calor de una noche de amor.

Su corazón es grande como la esperanza de vivir libre,

junto a ella.

 

Yo no sé hacia dónde parte cada día

o cada noche

pero sé que la luna brilla en sus ojos

y la noche se irradia con sus palabras…