taty merced

Diagnóstico

Me cubro el rostro y por entre los dedos veo

que el presente coloca al lado las sorpresas.

La esperanza ha sido devorada por el miedo

La manos de los prójimos se saludan desde lejos

(como para no tocarse)

Las voces cantan glorificando total indiferencia

La sonrisa muerta va dejando el vacío

El grito sin sentido se pierde en el reclamo de otra hora

Un glosario a la existencia debe recorrer el calendario

que se escribe con la gis del no comprendo

¿Dónde se perdió el Principio que esta sinrazón no lo contempla?

Me parece irreverente decir que una lágrima de Dios

moja el papel en dónde escribo. Pero es cierto.

Una lágrima por mí, y por otros

Por el que derrochó sus años

en la búsqueda constante de su cetro

Por la mujer que no vistió de blanco

y solo tuvo fe en el desenfrenado sexo

Por el niño que jamás aprenderá

la palabra con la que un día

podría escribir algún poema.

Me descubro el rostro buscando la verdad

que se abandona en la locura del silencio

y siento, que esa lágrima de Dios

se extiende por la tierra