Modesto Marcano

Soledad

Rodeado de cuatro paredes,

hurgando entre la claridad y la oscuridad,

decidido a continuar adelante,

vida mía no desesperes.

Soledad, ante la luz, mis ojos cerrados,

imaginan su cuerpo, presente y cálido,

que con mis brazos, apreto contra el mío

y al sentirlo, oh Dios como suspiro.

Soledad, en la siempre cómplice oscuridad,

me atrevo a soñar y tenerla un poco más,

tus labios, tu cara, tu pelo, tus besos,

cualquier cosa puede pasar.

Soledad, acariciar su cuerpo y tocar los atributos

logrados en él, no hay palabras para describir

una aventura que no tendría final.

Rodeado de cuatro paredes,

hurgando entre la claridad y la oscuridad,

decidido a continuar adelante,

vida mía no desesperes.

Porque soledad, lo mejor vendrá y mía tú serás...