Las palabras que ha aprendido por la noche 
son el silencio de las estrellas que retraídas en la oscuridad,
emiten destellos de vida para los amantes,
son las canciones de amor 
que susurradas en el reflejo de la luna suenan mejor,
son el eco de los labios enlazados de los enamorados 
que gimen al compás de su pasión,
exhibiendo el lado salvaje y tierno del deseo.
Así en su soledad nocturna,
ha aprendido el viejo poeta a climatizar su alma 
con el lenguaje que la noche,
desnuda para sus ojos,le muestra sin pudor.