Ven y enséñame qué hay después de un te quiero,
Y detrás de un afanado hola.
Ven y enséñame que los días grises no son para llorar si no para acurrucarme contigo,
Y que los días soleados son para caminar de la mano.
Ven y enséñame que el desayuno es la comida más importante del día,
Y hacia dónde llevan las cenas con vino.
Ven y enséñame que los besos en la frente también significan te amo,
Y que los silencios no son incomodos si están llenos de miradas.
Ven y enséñame que es hermoso cuando me rio y lloro,
Y que ser mujer más que privilegio es decoro.
Ven y enséñame que este miedo que siento es poderoso,
Y que cuando el corazón late fuerte lo que viene es hermoso.
Ven y enséñame que las marcas en el alma no son cicatrices,
Y que las caricias tiernas hacen pieles inmunes.
Ven y enséñame en que se inspiran los poetas,
Y qué ver cuando cierro los ojos y suenan las letras.
Ven y enséname que se siente poseer la luna,
Y que le pongan mi nombre a las estrellas.
Ven y enséñame cómo es dormir en tu regazo,
Y despertar entre tus brazos.
Ven y enséñame que los que estuvieron antes ya no tienen que estar más,
Y que lo viene en adelante divino será.
Ven y enséñame que el sexo a poca luz nunca supera hacer el amor,
Y que a el amor hay que mantenerlo bien encendido.
Ven y enséñame,
ven y aprehéndeme…