GuillermoO

Crepúsculo

 

Me amas,

y sientes el cielo como una gran luz que tiembla.

Todo rencor se desvanece, y tu rostro solitario se refleja.

Me amas, dices.

Desiertas tus manos cubren hogueras de múltiples espantos,

vastos mundos cayéndose al vacío,

ojos donde se perdieron ilusiones

e infranqueables deseos.

Me amas, y vives en el instantáneo soplo, en el imprevisto momento de perder.

 

G.C.

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