Jorge Aimar Francese Hardaick

ORACIÓN PARA UN ADIOS

Pido a mi glorioso Señor

el perdón por lo vivido.

Hoy, de un amor me despido

agradeciendo lo aprendido...


Tú, para mí la más bella

la perfecta armonía,

de tus cabellos a los pies

me has brindado experiencia.


Tu cuerpo yo amé

con el mío has jugado,

ambos hemos disfrutado

de ese placer tan deseado.


Tu corazón abrigué

de tormentos y ambigüedades,

al mío has herido sin descanso,

no he palpado tu compasión.


Tu alma protegí

de campanadas con recuerdos

que atormentaban tu dolor

ensombrecían tu razón,

a la mía has enterrado

en una tumba ignorada.


Tus pensamientos confundidos

los eché a volar sin temores

en mis sueños los abrigue,

a los míos no has valorado

dejándolos abandonados

en un desierto sin oasis.


Gracias a ti bella mujer

mucho me has enseñado,

de ti hoy me despido

deseando a tu ser

esta oración no sea castigo,

yo con mi corazón partido

el saber, no haber podido

ser tu compañero deseado.

 

Pensamiento escrito el: 12 de mayo de 2015

Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick

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