Evandro Valladares

AÚN(dodecasílabo)Dedicado a los que ya peinan hilos de plata.

AÚN ©

 

Aún puedo evocar  mi lejana  infancia,

jugando con amigos  trompo y  ruleta,

en los hilos, ….trabada la cometa

¡y el desorden de juguetes en la estancia!

 

Yo recuerdo los raspones en mis piernas,

por en juego recibir una patada

y  mi madre diciendo,   – ¡no fue nada! –

dándome  caricias, calmantes y tiernas.

 

Recuerdo el volar de infantes fantasías,

corriendo contra el viento una gran pradera

montado en veloz  caballo de madera,

consumiendo el tiempo, las noches y días

 

Todavía guardo en mi alma primaveras.

Ilusiones y recuerdos en alianza

me mantienen con aliento y esperanza

y aún esbozo  fantásticas quimeras.

 

Aún mis fuerzas no llegan a su fin

ideales siempre puedo enarbolar.

Contemplar  las bravas olas en el mar

y  podar  las muchas  flores  del jardín.      

 

Aún gozo de una tarde iluminada,

viendo al aire las libélulas danzando,

un palomo a su pareja cortejando

¡y en las nubes….la gaviota dibujada!

 

Aún puedo guiar mis pasos hacia el río

y sentarme en una piedra de la orilla

disfrutarlo  como octava maravilla

al sentir del agua lo erótico y frio.

 

Aún puedo, transitar en el camino

y tomar varias flores entre mis manos.

 Hacer de buenos amigos mis hermanos,

sintiéndome todavía  peregrino.

 

Descansar por instantes en la vereda

y oír de los añejos pinos el rumor.

Sentir en todos los lados el amor,

y un gran suspiro,… que flotando queda.

 

Aún puedo en el bar, sentarme en su barra

requerir variadas copas de espumante.

Ver la gente, relajada e hilarante

y oír, en el fondo, el vibrar de una guitarra.

 

Sigo viendo con pupilas fulgurantes

a quien ha sido siempre mi fiel amada.

Dios pródigo, me la tiene destinada,

al apoyo de mis pasos vacilantes.

 

 

Y  al  decidir  las fuerzas  abandonarme

y cuándo yo,  solo  pueda  ya  llorar,

sabré que mis manos se podrán  juntar.

Dios su apoyo omnipotente habrá de darme

y  así, de nuevo, con  fuerzas  y  emoción,

podré, lúcido, ¡elevar una  oración!.