un poeta gestante

de la vida

¡Oh! Suspiro instantáneo que te haces llamar vida, dónde está tu belleza que no la encuentro, dónde hallo un tratado de estética o dónde encuentro un conjuro de tu esencia, ¡oh! Odisea ¡oh! Gran camino desconocido, ¿Será acaso que te encuentre en un libro, en una escritura o en alguien más?  ¿Será que tu devenir lo encuentro escrito o será que lo hago mientras tránsito? ¿Será que la trascendencia vale la pena buscar? No lo sé,  o tal vez escogí amarte de tal manera que llena de risas y lágrimas mi cara te amare incondicionalmente sin importar nada, te acepte como eres, con tus virtudes y defectos, te acepte como eres, un manojo de sorpresas ¿acaso aquellos hombres que cuando les das angustia solo la ven en sus momentos de aflicción y no en el corto tiempo de éxtasis? ¿Acaso ellos no conocen que en esencia eres angustia y que aquello te constituye y te hace ser es eso? Es decir, hacernos sentir que el tiempo transcurre diferente para cada ser y que no somos más que un costal huesos envueltos en carne, pero que tu esencia nos da vida, nos da dolor, tristeza, amor, alegría y penas y que sin angustia nuestra existencia seria absurda, los nihilistas no existen.