entelequiaefimera

Yeses.

Pudiendo decir que me basta con tu amor, 

pero la realidad rebosa. 

Perdiéndome en tu voz, 

agudamente gruesa, 

con tu miles de muletillas y tartamudeos, 

modulando palabras que parecen melodía. 

Como un calor púrpura 

dando vueltas 

arropando mi cuerpo, 

por siempre hipnotizada 

con tus ojitos chiquiticos,

entonces sonríes y juegas con mi cabello, 

besas mi mejilla y aprietas los labios 

dulcemente, 

casi con tristeza, 

casi con miedo de perderme. 

Y es ahí que sé

y no me falta nada, 

y no hace falta decirte que te quiero 

pues sabes que te amo 

que es eterno.