Esteban Mario Couceyro

Cuando el deseo no vuelva

Cuando el deseo no vuelva

estaré esperando

con los ojos asombrados

oteando un horizonte desnudo

de pájaros que regresan.

 

Al verte

revisaré tu corazón

hasta encontrar

los últimos soles del atardecer.

 

Entonces, solo entonces

como una brisa suave

                    mis manos echarán a volar                     

entre los pájaros

las caricias, que aún quedan.