Teo Revilla Bravo

UMBRAL DEL ABISMO.

  

Obra de William Blake (1757 – 1827)

 

 

 

UMBRAL DEL ABISMO

 

 

Comprensión, ansia, aleteos.

Navegar a través de ulteriores

conocimientos como se hace

a través de un tiempo idealizado

que creíamos ido. Volver, tú

y yo, del abismo de lo afrecho,

impasibles, nuevos, reciclados

en las pulidas orillas del tiempo

y la memoria. Comprender

la agónica divinidad de nuestros

actos. No hubo principio, no habrá

final. Quizás, siendo, no somos

claramente intencionados,

sino fugaces destellos de un errático

hado en constante movimiento,

perdido al despuntar el día.

Desnudarnos en el umbral

del abismo y abrazarnos.

Comprender o no la vida haciendo

constar que observamos cuanto

al sentido poderosamente atrae,

ese todo para esa nada prolongada

que atravesamos. Y preguntarnos

de vez en cuando, forcejeando

errores, latidos, amores, hijos  

en la vorágine de la vida, albores

de dolor y muerte, qué somos.

 

Y qué hacemos, con lucidez

pronta, en el adviento o intervalo

vital, programado como diáfana

piedad de una supuesta afirmación

de lo efímero -en ti, en mí-

que canta su continuada perplejidad…

 

 

ÓRBITA LITERARIA

©Teo Revilla Bravo.