POPOCATEPETL

En caballo de acero

 

 

Dominando firmemente a mi caballo  de  acero

Y  aferrada suavemente a mí  la niña hermosa

Recorrimos  a paso lento aquel sendero

Iluminado por la luna esplendorosa.

 

El viento suave  acariciaba sus cabellos

Hacía que mi  caballo fuera lento, lento

No quería que caminara el tiempo

Caminar pero sin llegar más lejos.

 

Despacio. Solo el equilibrio mantenía

Mi corazón henchido por tan dulce compañía

La luna entre los árboles  sonreía

Y yo aspiraba el perfume de  la niña.

 

-Para.  Dijo de repente. ¡Detente!,  ¡detente!

La luna de oro su cara iluminaba

Sus dos ojos de  sol  veían al frente

de golpe  el caballo de acero frenaba.

 

 

 

En éxtasis quedamos al contemplar la luna

Tras un árbol seco que zona de oro dibujaba

Dos corazones  al unísono palpitaban

Cupido  con la cuerda del arco ya tensada.

 

Y cupido lanzó su flecha certera

Ni cuenta nos dimos de su efecto

 en su punta tendría anestesia

y dio en el corazón directo.

 

Gregorio Reyes Reyes (popocatepetl)

 14 de febrero 2016