Jesus Alejandro Reina

Conjugando nĂºmeros

 

Había una mirada vendida por error,
dos diamantes, cuatro revanchas.
Habian doce temores, siete estrellas
empapadas de labio y magistrales besos.
Habían sí, había veinticuatro heridas,
entre ella y él dormían, como un león de
tizones guardianes. Habían lágrimas, que
recorrían mejillas hartas de un sinsabor,
trece grises esperanzas y treinta y tres
escarlatas exasperaciones prendidas al...
Al agobiante lastre de un reloj, error y memoria.
Habian más números que luz. Más
resquebrajados alegrones tal morfina
al alma, que ya no es alma,
sumida en aguas de profundas fugas.


Pero...

También habían dos destinos,
conocimento del que tanto clamor
cansase de oir.
En una treta, más milagro que pirueta,
Interceptó mi conjugación del verbo
Que, ahora oyose a los tiempos de una
leyenda y... Si, ahora acciona mi verso.

Hay cuarenta sueños de eternas lunas,
Hay doce siglos de camas hacia el mar,
Hay setenta bodas al mes y tres cada...
Hay siete eternidades por desnudar,
Noventa hijos que criar...
Hoy hay un ella y el, y una sola vida
eterna por degustar en los brazos,
por sentir en los labios.
Hoy hay mañana, hoy hay más amor;
Más amor que vida sin alma.