María

ESPESURA

 

Ante el naufragio restallante me inundé de silencio

 

Entré a un mundo tan huérfano que olvidé a todos

 

La bruma apiñada, firme, terminó con recortes de deseos

 

Más neutra que mi indiferencia esperé como esperaba al eterno histórico

 

Nada acontecía, y decodifiqué mi propia vida

 

Hasta las olas sombrías yo insistía

 

Cuando la tempestad fue tenaz, vencida, supe que ya no podría extraviar estigmas.