Donaciano Bueno

El paseo de los canes

Los canes van pasando por mi lado,
me miran y sonríen,
no quisiera pensar de mi se ríen,
¡cuidado con que nadie desafíen!
que aunque tienen trotar desenfadado
no admiten que les píen.

Pareciera que van a su albedrío
cada uno con su cuerda,
van cuidando que a ellos nadie les muerda,
donde pillan soltando van su mierda,
si es posible en erial que está baldío
que su olfato recuerda.

Son los canes, simpáticos, graciosos
y además variopintos,
de tamaños y estilos muy distintos,
unidos a sus dueños con los cintos,
algunos sin pudor muy lujuriosos
siguiendo sus instintos.

Yo trato de esquivarles con cuidado
cuando algún zalamero
pretende encaramarse a mi sombrero.
Intento demostrar que no me altero
aunque haya el corazón acelerado
¡maldito puñetero!

Percibo la alegría de sus dueños
que van de acompañantes,
parecen marionetas hilarantes
paisanos disfrazados de feriantes,
presumidos del mejor can, risueños
payasos con tirantes.

Comprendiendo se trata de animales
me encuentro muy a gusto,
pues ellos vienen sólo a darme un susto,
que otros hay más propensos a un disgusto
y es que humanos los hay más carcamales,
no debo ser injusto.
©donaciano bueno

http://www.donacianobueno.com/