Javier Ascanio

La tormenta no dura para siempre

 

 

Aun la peor de las tormentas no dura para siempre

Como la huella en la orilla del mar, es borrada por las olas
Asi pasaran todos los momentos en nuestro efímero existir
Y al final… al final de todo, solo quedara la añoranza
De aquellos tiempos que jamás volverán

Se reviste de esplendor el campo florido
Discurre inagotable el agua de los ríos
Y Se renueva cada día sin cesar
Pero, el momento a la luz de la luna
El tan expresivo silencio preludio del beso furtivo
Único e irrepetible, esos… esos jamás volverán

Hubo días de Don Quijote, algunos de Sancho Panza
Otros tan solo fueron, el contenido de Panza de Sancho
Pero, todos forman parte de esta hermosa aventura de vivir

La sonrisa encantadora, el Te Quiero entre los labios
Unos ojos que brillan como el sol, la compañía anhelada
El fragor del abrazo de abúlicos cuerpos gastados de amar
Nada… Absolutamente nada dura para siempre

Hubo días del ultimo adiós a nuestros seres queridos
Hubo días de haber renacido en los brazos del nuevo amor
Hubo días de guerra y días de paz
Si tanta hermosura se desvanece
¿Por que llenar el corazón de amargura?
¿Por que rociar de llanto la fría tumba de ilusiones muertas?

Entre el Amor y el Odio, prevalece el Amor
Entre el Rencor y el Perdón, prevalece el Perdón
Entre el Recuerdo y el Olvido, prevalece el Olvido
Nada, absolutamente nada dura para siempre.

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