Pacorro

Y me bastó darte tu abrigo.

Y me basto darte tu abrigo

para sumarte a mis sueños.

Y desde entonces no consigo

despertar sin tu recuerdo.

 

Si el alba crece se me veta

cada rincón de tu vida,

y si anochece tu silueta

en la niebla está escondida.

 

Te busco perdida en mi sueño

por un camino verde,

que en las esquinas muerde.

Si salto a buscarte en los diques

la niebla me mastica el rincón de tu escondite.

 

Y no hago más que rebuscar el tinte de tu abrigo,

por lugares tan extraños, que no puedo dar contigo.

 

Y me bastó darte tu abrigo...