El sol ha salido
y la luna ingrata,
por mala o por gata
solo al verlo, se ha ido.
Siempre tan sufrido
por su faz de plata.
Por esa insensata
esta mal herido.
Su amor ha nacido
al ver la mulata,
del mirar que mata
y el pelo tejido.
Por eso sin ruido
igual que un pirata,
de garfio y casaca
con garfio ceñido.
Afina el oído,
pupilas dilata,
con rabia arrebata
su pecho dolido.
De capa caído
su pena desata,
amarra y maltrata
al pobre Cupido.
Pregunta plañido:
¿Por qué la mulata
del mirar que mata
me deja afligido?
Entonces Cupido
cuando él, lo desata;
explica al pirata
ese amor prohibido.
Aunque hayan nacido
cuando el alba empata,
el oro y la plata
no estarán unidos.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.