Araceli Vellber

Don Caballero.

Yo no soy caballero, para una dama de postín

a mí me gusta comer en el puchero

y la carne con las manos

y no tengo cubiertos caros

ni criados para repartir, sólo tengo el corazón lleno

y lleno, de ganas de vivir.

Yo no soy caballero

como aquel que cruza delante de mí,

no tengo ni bolsillos,

ni dinero,

pero jamás te voy a mentir,

tampoco tengo compañías, con fondos donde invertir,

solo esperan no ser el primero, para llegar a final de mes y tener que pedir.

Porque el amor que no es sincero mata

y el sincero rompe la baraja,

por eso prefiero ser,

Don caballero con mujer de postín

y que me cubra las espaldas,

y también el si quiero

y me llene de alhajas

y yo me ausento como un ruin,

porque prefiero los halagos, a las rebajas.

Yo sigo siguiendo caballero, sin vestir

pero a ella le daba igual el amor de Don Caballero

prefería un amor sincero

y algo para repartir,

porque el amor no tiene dueño,

ni ganas de dormir,

el amor que no te quiere, mata,

y el corazón que abrazas, muere en la nada

por eso prefiero ser  Caballero,

antes que un impostor delante de ti.