Nicolás Rangel.

Hasta pronto, pequeños ronroneos.

No es el polvo
el que hace llover mis ojos,
eres tú
y este \"hasta pronto\"
amigo felino.

 

No es mi vida,
ni siquiera mi podrida rutina
la que cristaliza mis pupilas,
es verte aquí,
sumido en un eterno sueño,
con la suavidad de tu ser perdida.

 

No es que te hayas ido,
es la forma,
tan temprana y cruel
que abandonas tus marcas en mi memoria,
tus saltos en mi regazo.

 

Y es que el mundo es cruel
y la vida indiferente
cuando se trata de amar sin condición.

 

Pero tú,
con misiva de ternura,
mostraste,
a quien supo entenderte
aun sin palabras
la lealtad a cambio de caricias,
el amor,
por un poco de calor.

 

Ya te extraño,
amigo de temple poderosa,
de coraje
y aferro a la vida.

 

Ya te extraño
y no sabrás
sobre la tristeza
que envuelve tu silueta.

 

Y te dibujo
sobre la pared
por que mereces
nunca el olvido.

 

Por que mereces mi tiempo
y toda la lluvia
que mis ojos puedan gritar.

 

Hasta pronto
pequeños ronroneos
ojalá,
la vida,
me permita encontrarte en otra caricia
en otra satisfacción eterna.

 

Prometo,
habrá un regazo
para tí,
para mí,
para que hoy
la tristeza que es tu partida
sea solo un recuerdo.

 

Hasta pronto,
gato poderoso,
ya te extraño.