nellycastell

Me dejé llevar

 

 

 

 Al empezar no fue tan fuerte

 lo que sentí, porque me dejé llevar

 por el deseo, el que se premedita

 en la mente en forma fogosa

 y atrevida.

 Me llevaste conducida

 por el ímpetu de los días

 que te reclaman.

 Y acudí a tu llamado

 en forma convulsiva

 y sorda por el dolor

 en mis músculos

 que me hablaban

 de una terapia austera

 y no era un ring de boxeo

 que un cuerpo a cuerpo excluyera.

 Sentí la espina penetrar despacio

 y llena de una temperatura

 que no le podía negar la atención.

 Mis movimientos guiaban ese ritmo

 inexplicable que te obliga

 a exigir más y más

y así fue como inevitablemente llegaste primero.

 Me quedé ciega por sentir

 esos quejidos

 que en el momento fugaz

 se entienden pero nos da

 un poco de espanto.

 El cirujano confiaba

 que el mismo bisturí funcionaría

 sobre la piel de ese cuerpo

  que las ansias sentía.