Lucy Quaglia

Después de mucho trabajo

Después de mucho trabajo

Y sin nada que comer

Me voy cantando bajito

Los cantares del querer.

Los chicos están durmiendo

Con ojos que no me ven,

Y las bocas de rameras

Que hablan de mí sin mirar

Se van riendo a escondidas

Las heridas que me dan.

Los amigos que me quieren

Me piden que largue todo

Y que me vaya solita

A mirar al río andar

Debajo de las palmeras

Y las playas de aserrín.

Mañana será otro día,

Otro mes, otra canción,

Otras hojas sin banderas,

Otros cocos y otro amor.

No tengo ganas de irme,

No me quiero aventurar,

Y si importa la tristeza

De quedarme en soledad,

Me gustaría ser piola

Y quedarme sin llorar,

Que si me quedo muy sola

Alguien me va a consolar.

La indiferencia empezó

A reformar mi razón

Y la gente de mi vida

Ven sin ver mi desazón.

La indiferencia estropeó

Los calores del amor

Que me queda entre las manos

Sin destino y sin valor.

El frío loco de invierno

Me encuentra casi sin pena

Y me de calor también

En la sangre de mis venas.

Muchas lunas ya pasaron

Muchas cosas sin razón,

Las rutinas me encontraron

Rezando oraciones locas

Muy dentro del corazón.