Daniel Pirotto

Otoño

La orquesta estival calla sus acordes,
sus violines mudos, el obóe rendido.
Ruge el otoño su grito de tormentas;
su gris mojado en lágrimas
es mi jaula de distancia y de tristeza.

 

He perdido la huella,
la huella amada de tus pies pequeños.
En la arena solo conchas de caracoles muertos
y una espuma sucia de olas descompuestas
En el horizonte un mástil se achica y se achica...

 

Ya no veo tu rostro, no recuerdo tu sonrisa;
la llovizna los borró
de la acuarela en que te guardaba