Santiago Miranda

Sólo libros solos

Solo

cuando tengo pena compro libros

los leo

solo cuando tengo

tiempo para aquello

(el día que no esté contigo lo tendré en demasía

así es como continuo leyendo día a día)

el resto

me mira

desde sus pedestales encimados 

me arrullan

relatando

historias que no han pasado

cada semana, cada mes, un puñado más de hojas

llegan a mi cuarto

(casi mágicamente allí en lo alto)

cohabitan esta habitación

junto a este cuerpo  

pareciera estar ocupando

cadavezmenosespacio

res pi ran do a rit mo cal ma do

ce di én do les te rre no:

estoy cavando

mi propia tumba 

de historias

y de páginas 

a nosotros nos faltó

tinta

nos bastaba

 

el silencio

 

pero los libros

desnudos no

se venden

como nosotros

(¡sí!)

lo hicimos

mientras desde arriba nos miraban 

entre risas redactadas.

 

Podré no tenerte ahora presente

columnas de ellos se extienden

a través de vértebras blanquecinas; 

cuerpo esparcido en una zona fuera de los vectores:

es en la tristeza donde ahora nos encontramos.

 

Viejos o nuevos, robustos o endebles

no me ponen más contento

ya tan solo no me siento 

sólo

solo

ambos

juntos.

 

Algún día caerán sobre mi cama

alguna noche dormirán junto a mi cuerpo

durante el ultimo temblor que azotará a nuestro pueblo

con los brazos abiertos

los espero.