Anacleto

Cortesías

Los holas y adioses suelen decirse con las más fingidas ternuras.

 

Pero nuestros holas vienen revestidos de las más profundas alegrías

y nuestros adioses con las más hondas desolaciones.

 

Nuestro hola y nuestro adiós es la entrada y salida a nuestra historia,

nuestra coincidencia…

 

Nuestro hola y nuestro adiós evitan los remordimientos de conciencia,

las alegrías fingidas

y las torturas de media noche…

 

Para nosotros,

decir hola es empezar

y decir adiós es experiencia…