Ramon Oviedo

Esa Mujer.

 

He tocado con mis manos

ese cuerpo tan hermoso

que solo de contemplarlo

ha sido para mí un gozo.

 

He besado con mis labios

esa boca tan sabrosa

juro que no hay miel más dulce

ni mujer mas cariñosa.

 

Abrazar su cuerpo ha sido

un acto maravilloso

que a mi vida ha permitido

conocer lo que es valioso.

 

Nunca la voy a perder

a mi amada esa ricura

porque eso sería un acto

semejante a la locura.

 

Ramón Oviedo

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