Max Hernandez

Me tengo que ir...

Cómo puedo decirte que ya no te amo? Cómo decir que el fuego, que quemaba mi alma,

a fuerza de sinsabores y desencantos, sin poder evitarlo, sa ha apagado?

Cómo usando casi las mismas palabras, con la que alguna vez cantábamos nuestra dicha

y felicidad, puedo sin lastimarte en demasía, decir que lo nuestro ha terminado?


No me mires, por favor. El fuego apagado en tu mirada, y la tristeza infinita en tu rostro,

duelen mas que mil estacas, que atraviesan inclementes mi corazón y mi alma.

No, por favor, no son necesarias mas quejas ni lamentos. Todo ha quedado atrás,

la vida continuará su marcha, y debemos tomar esto con sabiduría y mucha calma.


Es cierto. No pudimos alimentar este sentimiento, que nació sincero y puro,

pero que no pudo crecer ni nutrirse de la llama de la vida, de la pasión

y de la fuerza vital que todos llevamos adentro, al venir a este mundo.


Es hora de partir, y sobran las palabras. El firmamento contempla mudo,

La forma en que cada uno de nosotros toma su propia ruta y dirección,

Alejándonos cada vez más uno del otro, y tomando a solas nuestro mundanal rumbo.