eibaoga

Ahora vida y después polvo. Sea como séa..., que así séa.

Desde que recuerdo de mi, siempre me apunte a la vida,

no por una decisión muy trillada o por seguir una senda moral,

sino por una decisión cabal que me salió de cerca de la femoral.

 

Y pateé la vida,

unas veces a locas y otras más formal,

salí de la montaña y baje al litoral.

 

Y ya en el litoral, navegué la vida,

milla a milla de este mundo global,

disfruté las singladuras de calma y sufrí las de temporal.

 

Y cuando toco cantar, canté a la vida,

y lo hice sin sentirme un cantor marginal,

sino creyéndome la voz más grave de una gran coral.

 

Ahora; ya pateada navegada y cantada ..., descanso la vida,

dejándome llevar ligeramente por un vaivén direccional,

unas veces a locas y sin rumbo y otras arrumbado y lleno de moral.

 

Y aquí seguiré ..., ¡enganchado a la vida!,

hasta que la parca me dé día y hora para irme a su local,

y me lleven los míos en medio de cantos y un adorno floral.

 

Y digan de mi: ¡no aguantó más!, y se fue a vivir su otra vida.

Y polvo al polvo, seré un polvo celestial,

y hecho polvo disfrutaré de una eterna bacanal. 

 

Si tiene que ser, que así séa mi después de la vida ....

cuando séa intemporal ...

y séa un polvo celestial.