cristopher moraga

El comienzo.

 

 

Vuelo entre tus dedos, entre mi impaciencia.

 

Ya no sudo entre mis altares de tierra, aquella tierra que despedazó mis ocasos, mis lujurias entre aquellos horizontes que nunca vinieron, aquellos que jamás tocaron mi puerta.

 

Pienso en esos atardeceres que mataron mi amargura con dolor, pensaba que la vida acababa en un sinfín de pasos, pasos falsos que atraparon el deterioro de un cuerpo sin vida y dentro de un lector de  sentimientos ocultos,  apaciguaron mi inquietud.

 

Salí corriendo entre tus piernas y me perdí entre los poros de tu delicada piel, y entre aquellos pasos,  Pase a formar parte de este enjambre.

 

Envejecí mis huesos a cambio de tu tiempo, pero, jamás entendí el porqué de aquel tiempo, que delicadamente escribió un recuerdo a través de tus ojos, aquel que escribió nuestros paisajes de desamor entre tu pasado, mi presente y nuestro futuro, y aquel que fundió nuestras vidas en un pedazo de piedra olvidada.

 

Cada vez que comienzo, siento olvidar lo bello que fue esto, pero cada vez que avanzo creo depositar mi fiasco dentro de mi propio abismo.

 

Quizás esto jamás comenzó y solo ha sido un sueño de otros o quizás esto no sea mío sino tuyo.

 

Sentí los gritos de un amargo atardecer, quebré mi pupila con sus miradas, aquellos sementales blancos, aquella lujuria en mi interior todo ardía, todo ardía.

 

El comienzo, jamás comenzó.

                                                                                            cristopher moraga v.