Lucy Quaglia

Sin decirme nada

Me vengo cantando

los cantos dormidos

de vidas lejanas

que casi me olvido

y encuentro a lo lejos

la ropa arrugada,

el correr al viento

mostrando ignorancia

en versos lejanos

que no dicen nada.

 

Mirando a tus ojos 

color de avellana,

te veo sonriendo,

con la frente vaga

que me ofrece el brazo

en la caminata

de cada mañana

sin decirme nada.

 

Me muero de pena

y me quedo sola

mientras que la gente

sentada a mi lado

me mira curiosa,

me ofrece una mano,

me ayuda contenta

diciéndome cosas

sólo con miradas.

 

Y me voy viajando

hasta la alborada

manejando a veces

sobre las montañas

de piedras redondas, 

pulidas y blancas,

encuentros queridos,

familias lejanas

que están esperando

la amiga que llega

sentada a mi lado

sin decirme nada.