Teodocio Potes

VICIOS A LA VENTA

En la era del mercado

donde se compra y se vende

hasta la misma conciencia

yo me atrevo a negociar

con mis vicios oxidados.

Vendo o permuto mis vicios

para comprar otros nuevos

o probar otros gastados

por el uso y el placer.

Vicios sanos no me traigan

para el intercambio mutuo

como ése de la lectura

que también quiero vender

pues me canse de leer

lo que a diario vivo y siento.

El vicio de la honradez

que ni un peso me ha dejado

esta también a la venta

barato y recomendado.

Psicosis y perversiones

que me quieran ofrecer

en permuta de los míos

no los traigan adornados

con moñitos de ilusiones.

Los comunes y ordinarios

los exhibo por si acaso

resulta quien los reciba

a cambio de otros extraños.

Unos vicios infantiles

aunque un poco magullados

los cedo al mejor postor

que me pague con los suyos

que no estén muy maltratados.

Del vicio por la mujeres

que aunque nunca se rebosa

quiero vender la mitad

o canjearlo a escondidas

por un viciecito exótico

pero encimando otra cosa.

Fumadores y borrachos

usureros, sodomitas,

vanidosos, santurrones,

glotones y sibaritas,

masoquistas, pendencieros

eonistas y onanistas,

estos y otros que se escapan

de mi perversa memoria

absténganse de acudir

a ofrecer sus tristes vicios

pegachentos y ordinarios

tentadores y extremistas.

Otros blandos y sabrosos

que no quiero mencionar

y que un gran placer me han dado

en momentos tormentosos,

los pretendo canjear

mano a mano

y bien contados.

 

Aprovechen esta oferta

pues me puedo arrepentir

cuando vea que todo el mundo

de un vicio quiere salir

sobreofertando el mercado

de cualquier pirata vicio

ilegal, falso e inmundo.