Ian Welden

EL GOLPE

Después de tantos siglos perdidos

me decido de una vez por todas

a dar un golpe en tu puerta.

Me arreglo el nudo de la corbata

y por enésima vez

cuento los doce claveles de mi ramo.

Abres

y tu sonrisa genial

hace vibrar mi vida.

El café, el coñac,

tu sofá relleno de hierbas misteriosas

tu alma cálida

tus ojos llenos de galaxias

tus piernas

me rindo.

Observo la noche salpicando tu jardín

mientras clavas tus pechos en mi espalda

ofreciéndome el paraíso para siempre.

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Dibujo: Ian Welden.