Luis Burgos de León

Despierta mundo.

Mírate mundo, ¿no lo ves?

Vives ensoñada en amores y placeres,

en una niebla espesa que no te deja ver,

mientras tu lentamente mueres.

¡No! No mueres, no paran de matarte.

 

Tus hijos, por quien te diste,

te arrancan tus ropajes verdes

y tú, ahí permaneces, impasible,

quieto, para poder nadar en un mar, verde,

verdes papeles que valdrán oro, mas mundo también valen.

 

Triste mundo en el que el ladrón,

el ladrón egoísta es enaltecido

y sin más se le da la liberación,

mientras el justiciero es retenido

y por ayudar a sus hermanos se pudre en la cárcel.

 

Llora mundo, lágrimas vacías,

que niños mueren, carne para buitres.

Buitres que vuelan robando esas vidas

sentados en despachos pintados con sangre triste.

Porque en tí mundo, por poder, todo vale.

 

Mira mundo, levanta la vista,

que en tí, se muere por amar,

que dos personas por quererse pierden la vida,

por quererse como no lo hacen los demás.

¿Cómo puedes dejar matar por amarse?

 

Despierta mundo, despierta ya.

Que los bellos amores son cosa del pasado,

que de eso nada queda en la realidad,

que las personas lo han destrozado,

que aquello no volverá.