Escritor del viento

Mentira

 

Putrefacta palabra que osada moja,

cual vendimia en labios de tinte rosa,

en comunión con la lengua, como la sangre roja,

se configura aquella oración dolosa.

 

Y siempre esquiva como ramera loca

impúdica, seductora y del engaño esposa,

que enciende  todo cuanto su llama toca

y petrifica, lapida y mata, cauta y sigilosa.

 

Y el encanto de su verbena mentirosa

lleva la desgracia de una ola de mar

donde la inocencia muere nemorosa

arrastrada al llanto y al dolor  fatal.

 

Reina procaz de las ansias lóbregas, 

por el infame coronada en el Edén, 

no lleva más que mentiras piadosas

como perlas de oro, labradas con desdén.