Mane Castro Videla

El ilusionista

Se perdió el lenguaje, el dominio y el control,
los sueños doblados termino encerrándolos.
Solo fue un instante en que se descubrieron
desconcertados, sin libertad. Sin plenitud
Frente a frente, se miraron
buscando encontrar ideales,
lo que les enseñó a pensar de a dos,
lo que los unió ese mediodía para llevar a cabo
Imposible es el ahora
en sostener la mirada sin desgajar su luz
Sin sentir la pasión destruyendo el amor de raíz
Sin el dolor de la soledad y la amargura
en la caricia sádica y violenta
de sus manos en la piel del alma
Solo juega como un papel de amante
sin abrazar el ser
Solo queda en la realidad asible con los sentidos
Solo saciando la avidez erótica
devolviéndole su hombría perdida
Sin respeto, es,  bajo el velo seductor
Ni adorable ni fascinador
solo es un penoso ser que esconde
la violencia mágica del necesitado
Sin palabras ni susurros ni ley anda
en busca cada tanto disponer
Sin levantar la voz ni saltos en el vacío,
sin aguantar, solo siendo fiel y de palabra
escoge, se aleja y le perdona
Aún todavía él no aprendió a sostenerse
ni a dar cara a los miedos
tan solo se proclama con actitud
como un viejo slogan
Solo esta con su humanidad sin gloria
en su porfiada necesedad
Ella cada tanto le recuerda
en el dolor del abandono rogando a dios su amor,
sus besos y ese amor que  le juro

Mané Castro Videla